PROTOCOLO ANTI-ALERGIAS
Según la OMS uno de cada tres niños europeos y uno de cada dos adultos son susceptibles de padecer algún tipo de alergia en los próximos diez años. La combinación de factores ambientales y genéticos ha sido hasta ahora la responsable de la producción de alergias, pero la rápida evolución que ha tenido esta enfermedad indica que hay otros factores implicados en este aumento: la dieta y factores ambientales.
Según la revista Clinical and Experimental Allergy Reviews, con la colaboración de los expertos de GA2LEN (red de excelencia que reúne a veintiséis centros de la UE de investigación sobre alergología e inmunología clínica), hay ciertos nutrientes que tienen como base el efecto protector de la dieta frente a las alergias y el asma.
El establecimiento de unas pautas nutricionales para prevenir las reacciones alérgicas, es considerado cada vez más un factor fundamental. Existendeterminados factores nutricionales y micro-nutricionales que van a permitir, con su incorporación a los hábitos alimentarios de la persona alérgica, reducir la respuesta alérgica.
¿En qué se basa la DIETA para la PREVENCIÓN de las alergias?
1.Depurar y desintoxicar el organismo
Para ello es fundamental eliminar de la dieta todos los alimentos que son vacios de nutrientes como son, la comida rápida, los fritos, chucherías…. Con esto y aumentando la ingesta de agua empezaremos a ayudar a depurar a nuestro organismo.
Plantas coadyudantes: Alcachofa, cardo mariano, fumaria, adebul
2. Fortalecer el sistema inmunitario
El primer paso para fortalecer el sistema inmunes es liberarle de toxemia, por lo que la alimentación es esencial. Despúes podremos ayudarle con ayudas naturales como el reishi, un hongo medicinal que ayuda a regula la inmunidad, protector hepático, apoyo frente a problemas respiratorios (ej. rinitis, asma, resfriados, bronquitis, neumonías, EPOC etc.), así como en oncología
3. Aumentar el potencial anti-inflamatorio
Importante para reducir los síntomas alérgicos. La dieta juega nuevamente un papel importante. También podremos ayudar con suplementos de Omega 3 grande antiinflamatorio natural.
Perilla, también conocida como al albahaca japonesa es un gran antihistamínico natural que nos ayudara a controlar toda la sintomatología
4. Aumentar el potencial anti-oxidante
El aporte de sustancias anti-oxidantes con la dieta cobra especial relevancia, como elementos captadores y neutralizadores de radicales libres, fundamentales para prevenir la peroxidación lipídica y la protección y reparación de los tejidos
Coayudantes: Selenio, resveratrol, vitamina e, yema de pino
5.Disminuir la permeabilidad intestinal-restablecer un tránsito intestinal correcto
Disminuir la permeabilidad intestinaly normalizar el tránsito intestinal es fundamental, como tratamiento de fondo en los procesos alérgicos. El aporte de probióticos y prebióticos va a permitir la adquisición de una flora bacteriana sana, la neutralización de bacteriotoxinas y la disminución del acceso de tóxicos al sistema linfático, todo ello redundara en un fortalecimiento del sistema inmunológico.
Reducir y/o eliminar los alimentos con contenido en aminas biógenas y aditivos
Reducir los alimentos que producen las llamadas “falsas alergias” (ver tabla), además de alimentos con aditivos y compuestos fenólicos. Las aminas piógenas se encuentran sobre todo en alimentos fermentados por la actividad de la flora microbiana que en ellos se desarrolla, principalmente la flora acido láctica. Los quesos muy curados, los productos vegetales fermentados, productos cárnicos fermentados, enaltados, desecados y ahumados, los embutidos, el vino y el pescado fermentado son productos que contienen aminas biógenas, debido a la actividad de la flora responsable del proceso de elaboración mediante fermentación microbiana.
El consumo de alimentos que contengan AMINAS BIÓGENAS empeora los síntomas de alergia
7. Dieta equilibrada en cuanto a su balance ácido/básico.
Muchos de los alimentos que ingerimos a lo largo del día proporcionan a nuestro organismo un exceso de acidez. El consumo abusivo de carne, pescado, embutidos, cereales refinados, café, dulces, alcohol o azúcar produce mucho ácido tras su metabolización. Todo ello normalmente se une a una dieta que no proporciona las frutas y verduras (alcalinizantes) suficientes para compensar el exceso de acidificación orgánica y potenciar así el buen funcionamiento celular, esencial durante el proceso inflamatorio.
